No se me ocurre mejor manera de inaugurar este blog que con una sencilla receta que de forma más o menos esporádica vengo poniendo en práctica desde mis tiempos de estudiante universitario. La cogí de un libro de recetas de pasta de una conocida marca y a lo largo del tiempo la he ido personalizando según mis gustos, mis apetencias puntuales y el estado de mi nevera. Hoy mismo la he hecho para el almuerzo y dado que el resultado me ha satisfecho no sólo a mí, sino también a mi mujer y a mis hijas, la describo tal cual la he llevado a cabo. Aunque carece de la jugosidad, e incluso el sabor de la usual tortilla de patatas, puede resultar también bastante sabrosa y, a todas luces, más ligera y sencilla de preparar.
Antes de empezar con la receta en cuestión me siento obligado a aclarar que soy considerablemente negado para precisar las cantidades, porque uso (y abuso) de la técnica del ojímetro, lo cual me ha dado alguna que otra satisfacción y bastantes más decepciones. Aludo a la comprensión y buen tino del lector que tenga a bien poner en práctica mis gastronómicos pseudo-algoritmos.
Ingredientes
- Unos 250 gramos de espaguetis
- 6-8 huevos mediados
- Media cebolla
- Un pimiento italiano
- Una lata de atún (preferentemente en aceite de oliva)
- Un par de pastillas de caldo de ave
- Aceite, sal, nuez moscada, albahaca, leche y un poco de queso rallado (preferentemente curado o viejo )
Preparación
- Cocer la pasta en abundante agua con las pastillas de caldo, dejándola al gusto del comensal (idealmente al dente).
- Mientras, pochar en una sartén la cebolla y el pimiento, añadiendo el atún poco antes de retirarlo del fuego (puede usarse el aceite de la lata para este proceso).
- Batir los huevos con un poco de sal, nuez moscada, el queso rallado y un chorro de leche (entera, desnatada o semi según el gusto).
- Mezclar la pasta escurrida con el sofrito y añadir todo a los huevos con la albahaca picada al gusto, mezclándolo todo bien. Tampoco resultaría mala opción añadir la albahaca al final de la receta, a modo de adorno final, aparte del sabor adicional que proporciona.
- Preparar con la mezcla una tortilla de la forma tradicional.
Los ingredientes, como a mi juicio deberían ser en cualquier receta, son más orientativos que taxativos, de manera que puede ser una receta idónea para poner en práctica cuando apremia la prisa, la falta de imaginación o la necesidad de darle salida a lo que tenemos en la nevera o la despensa (guisantes, puerros, maíz, jamón cocido, etc.).
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